El principal problema de posicionamiento que enfrenta el espacio provisoriamente denominado "Alternativa Federal" es que sus figuras no tienen resuelta su condición opositora de
cara al clivaje nacional: ¿disputan el poder a Macri (el actual gobierno) o se lo disputan a CFK (la ex presidenta)? En la medida en que esa pregunta eje no tenga una respuesta clara, será difícil que ese frente embrionario consolide una performance suficientemente competitiva para ubicarse al menos como la segunda lista más votada, condición necesaria para entrar al ballotage que hoy, a diferencia de lo que sucedía en las elecciones legislativas de hace poco más de un año, asoma como inevitable. La encuesta más reciente de la consultora Aresco confirma el panorama que venimos revisando: se trata de un relevamiento realizado del 20 al 21 de noviembre, sobre una muestra de 4.631 electores mayores de 16 años de todo el país (con un margen de error de +/- 1,47%) y recabados de manera telefónica. La intención de voto para las primarias abiertas, simultáneas y obligatorias (PASO) y la primera vuelta son similares: Cristina Fernández aparece al frente en ambos casos, con 31,9% y 33,3%; Macri la sigue de cerca, con 30,7% y 32,6%. La brecha a favor de CFK en el primer caso es de 1,2 puntos porcentuales y de 0,7 pp en el segundo. En cualquier caso, se trata de un empate técnico. Las dos variantes medidas del "PJ Federal", Sergio Massa y Juan Urtubey, aparecen rezagadas y no llegan a los dos dígitos; aun haciendo una sumatoria lineal de ambos dirigentes (13,1%), el espacio queda más de 15 puntos por detrás del segundo y fuera del ballotage (ver datos arriba; click para agrandar).
En comparación con la medición anterior, se advierte que la leve ventaja a favor de CFK se produce por una suba propia de casi 2 pp y una baja de 1,1 pp de Macri. Si bien todas las variaciones son estadísticamente no significativas y no rompen el empate técnico, insinúan una bisagra en el sentido de que, por primera vez, ubican a la ex presidenta por delante del actual mandatario. Al mismo tiempo, se observa que en el escenario de PASO tanto Massa (-0,8 pp) como Urtubey (-1,5 pp) muestran leves caídas en la comparación con el mes anterior; aunque también son variaciones estadísticamente no significativas, los datos sugieren que ambos se alejan de la disputa mayor al mismo tiempo que CFK se consolida como la principal opositora (ver datos arriba; click para agrandar). Es decir, la polarización simétrica entre Unidad Ciudadana y Cambiemos (con ambas fuerzas en torno al 30% de intención de voto) obtura las chances de que una tercera posición pueda colarse en la pelea principal, ya que los frentes que se disputan la primera minoría electoral claramente cuentan no sólo con núcleos duros más consolidados sino con un volumen mayor.
En las proyecciones del ballotage se da algo parecido a las PASO (que, recordemos, será en agosto) y a la primera vuelta (prevista para octubre). CFK se ubica apenas por encima de Macri: 39,3% a 38,8%, una brecha de 0,5 pp que repite el patrón de empate técnico (ver datos arriba; click para agrandar). Observando la serie evolutiva, nuevamente se insinúa un punto de inflexión: por primera vez la ex presidenta se pone arriba del actual mandatario (ver datos abajo; click para agrandar). En julio pasado también estuvieron muy cerca, pero con Macri arriba.
La encuesta de Aresco también perfila un escenario electoral para la gobernación bonaerense, que muestra un panorama muy competitivo entre la gobernadora María Eugenia Vidal (38,2%) y el ex ministro Axel Kicillof (35,4%), ya que la brecha de 2,8 pp a favor de la mandataria no es estadísticamente significativa. Ese empate técnico relega al potencial candidato del PJ antiK, Florencio Randazzo, a un 11%, muy lejos de la pelea mayor aunque se lo mida mencionando el apoyo de Massa, el principal referente del espacio (ver datos abajo; click para agrandar). Como nota metodológica, se midieron los cargos de gobernador por separado de la presidencial.
La serie histórica muestra que Kicillof capitaliza el apoyo de CFK, con una gran estabilidad en el evolutivo (ver datos abajo; click para agrandar). Si bien imponerse en la elección provincial es más sencillo que en la nacional (se vota a una sola ronda y se gana por un voto), el hecho de que las encuestas muestren hoy a Cambiemos sin chances de ganar la gobernación de Córdoba, el segundo distrito de mayor peso electoral (como vimos en el posteo anterior) y con chances de perder en la estratégica provincia de Buenos Aires (el distrito de mayor peso) implica un claro giro respecto al panorama electoral de hace un año, cuando el oficialismo planeaba una triple reelección (Macri en Nación, Vidal y PBA y Rodríguez Larreta en CABA) sin mayores sobresaltos.
De todos modos, Cambiemos se mantiene competitivo tanto en primera vuelta como en ballotage y falta un año largo para la elección decisiva. En cambio, los tiempos para Alternativa Federal, que hoy se ubica tercero y lejos, son mucho más acotados. Massa fue derrotado por Cambiemos y CFK en 2017 y hoy se mantiene en condición de tercero en las encuestas, lejos de la disputa por la primera minoría. La lista del gobernador salteño Urtubey perdió el año pasado frente a Cambiemos y estuvo cerca de caer frente a la del kirchnerismo; hoy se ubica claramente por detrás del tigrense en las encuestas (y sin implantación territorial en la estratégica PBA). Si volvemos a los resultados electorales del 2017, lo mismo sucedió en otros distritos que hoy no tienen presidenciables de cara al 2019, pero se sacan fotos con los referentes del PJ antiK: en Córdoba, Entre Ríos y Chaco, el PJ gobernante en cada provincia cayó ante Cambiemos el año pasado. En síntesis, los referentes del PJ anti K enfrentan el dato de que los dos dirigentes opositores que más miden hoy no fueron con el sello del partido en la elección del año pasado: CFK (con Unidad Ciudadana) y Massa (con 1País). Por eso, cuando Schiaretti, Urtubey y Pichetto plantean que la expresidenta dejó el partido y por lo tanto no tienen nada que armar con ella, ocultan el dato que Massa está en la misma situación (lidera el Frente Renovador) y sin embargo se sientan a la misma mesa con él, contradicción que está en la base del problema de posicionamiento que venimos apuntando. Si fuera una cuestión de sellos, Massa también debería quedar afuera; pero claro, con 1.450.000 votos el año pasado (1 millón de ellos en PBA) eso resulta impensable, ya que menguaría el potencial caudal del espacio en 2019. Si el promedio de 16 encuestas nacionales con Massa adentro les da 13,6%, ¿cuánto mediría ese frente sin Massa, que es como decir sin implantación distrital en la provincia que pesa 37% en el total del electorado nacional? Sin duda, menos. Por otro lado, recordemos que el control del PJ volvió al ex gobernador de San Juan José Gioja (un aliado de CFK) luego de la fallida intervención de Luis Barrionuevo; así, los peronistas antiK hoy no pueden contar con que tendrán disponible ese sello nacional para oponerlo (o para "vetar" a la ex presidenta).