En un posteo reciente planteábamos que la actitud al interior de los votantes de Cambiemos en el estudio de Reyes-Filadoro, junto con la elevada imagen presidencial entre los electores de 60 a 74 años de provincia de Buenos Aires según datos previos de Analogías, nos planteaban la necesidad de problematizar las categorías y clivajes interpretativos que venimos utilizando: "la grieta" entre los electores del Frente de Todos y los de Juntos por el Cambio parecía ceder frente al tema coronavirus. Asimismo, dejábamos abierto el interrogante respecto a si se trataba de desplazamientos momentáneos o de cambios más profundos. En la misma entrada, afirmábamos que el malestar socioeconómico heredado del gobierno anterior compite ahora con un malestar muy diferente activado por la pandemia y que el gobierno, que manejaba el timing de este tema mejor que otros en el mundo, podía capitalizar un frente muy diferente a los que estamos acostumbrados a analizar. Esto se ponía en evidencia al repasar indicadores positivos que se ubicaban muy por encima del caudal que obtuvo el Frente de Todos en octubre pasado.
Diversas encuestas publicadas en estos días confirman los desplazamientos de actitud que venían insinuándose. La consultora Analogías realizó el 23 de marzo un estudio nacional sobre una muestra de 2.308 casos relevados de manera telefónicas, con formato IVR (de respuesta automática pregrabada). Abarcó las 24 provincias y tuvo en cuenta parámetros censales de sexo, edad, nivel educativo y distribución por localidad, con un error muestral de +/- 2,0 % y un nivel de confianza del 95%. Arroja un apabullante nivel de aprobación del gobierno de Alberto Fernández: 79,2%, vs apenas 8,4% de desaprobación y apenas 12,4% de no sabe. Recordemos que el Frente de Todos obtuvo 48,24% de los votos el 27-O, por lo que este guarismo está casi 31 puntos porcentuales por arriba de aquel caudal. La aprobación es tranversal en todos los cruces por variables sociodemográficas, con pico de 86,4% entre los electores mayores de 60 años, lo que profundiza el proceso que una encuesta anterior de la misma consultora ya había mostrado en provincia de Buenos Aires. En este caso, la medición ya es posterior a la medida oficial de dar licencia a los ciudadanos mayores de 60 años (por considerarlos como el grupo de mayor riesgo, para que permanezcan en sus hogares y eviten el contagio del coronavirus) y a la cuarentena general. El piso de apoyo es de 72,1%, entre los electores de estudios universitarios (ver gráfico al inicio del posteo; click para agrandar). La misma encuesta muestra una imagen positiva estratósférica: 78,2%, superior incluso a la de Néstor Kirchner en su mejor momento, aunque en un contexto incomparable, irrepetible y no exento de riesgos (ver gráfico arriba; click para agrandar). Si se le suma la regular positiva, las cifras favorables rozan el 94%, pero aun sin esa operación las cifras son demoledoras.
A su turno, CB Consultora Opinión Pública realizó una encuesta nacional sobre una muestra de 1.500 casos online relevados entre 20 y 21 de marzo, con +/- 2,53% de margen de error. Según sus datos, la gestión del gobierno nacional alcanza una imagen positiva de 61,5% (casi 24% de muy buena y casi 38% de buena), vs 33,7% de negativa (19,5% de mala y 14,2% de muy mala). Ese casi 34% está en el orden de magnitud del voto obtenido por Juntos por el Cambio en las PASO de agosto de 2019, lo que sugiere la persistencia de una grieta, si bien algo atenuada respecto a octubre pasado, en la variable imagen del gobierno (ver gráfico arriba; click para agrandar). Sin embargo, cuando se mide el trabajo que viene haciendo el presidente Alberto Fernández frente al coronavirus, un 65,3% se muestra "muy conforme", esto es, 17 pp por encima del caudal obtenido en octubre pasado. Apenas 14,5% se muestra nada conforme, muy lejos del 40,24% que sumó Juntos por el Cambio el 27-O, mientras que casi un 19% se ubica en una posición intermedia: "algo conforme". Apenas 1,5% ns/nc (ver gráfico abajo; click para agrandar). En todos los niveles etarios la conformidad supera el 60%, pero nuevamente el dato más llamativo es el pico en el grupo de 56 a 70 años, un segmento que en los últimos 4 años venía acompañando fuertemente a Cambiemos y que ahora parece estar cediendo en su actitud anti-peronista y anti-K.
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