La encuesta de la consultora Analogías que venimos citando en los posteos recientes, realizada entre el 20 y 22 de febrero, también actualizó otros indicadores clave de gestión. El 45,5% aprueba al gobierno, un guarismo que está en el orden de magnitud del voto obtenido por el Frente de Todos el 27-O (48,24%), mientras que un 36,4% lo desaprueba, lo que se ubica en el orden de magnitud del voto obtenido por Juntos por el Cambio (40,28%). Las diferencias entre la variable blanda de la aprobación en la encuesta y la variable dura del voto anterior no resultan estadísticamente significativas. Por otro lado, un 18,1% ns/nc (ver gráfico abajo; click para agrandar). Por sexo y segmentos etarios, no aparecen matices significativos; sí por estudios, donde la aprobación supera el 50% en el nivel primario, mientras que ronda el 40% en los niveles secundario y universitario.
Por otro lado, la imagen positiva del presidente Alberto Fernández se ubica muy por encima de la variable aprobación de gestión: alcanza 70,4%, vs 27,4% de negativa y 2,2% de ns/nc. Su valoración favorable también es muy superior al voto obtenido en octubre, a la vez que la imagen negativa es menor al voto de Juntos por el Cambio en la misma instancia; se ubica más bien en el orden de magnitud del caudal obtenido por esa fuerza en las PASO de agosto de 2019, que fue de 32,94%. En este caso, las diferencias entre la variable blanda de la imagen en la encuesta y la variable dura del voto anterior sí resultan estadísticamente significativas. Asimismo, vale decir que la calificación negativa del presidente se acota al núcleo duro de Cambiemos. Como puede verse en la serie evolutiva longitudinal, los indicadores son muy estables desde diciembre de 2019 (ver gráfico al inicio del posteo; click para agrandar). Al igual que veíamos en la variable aprobación de gestión, por sexo y segmentos etarios no aparecen matices significativos y sí por estudios, donde la imagen positiva casi llega al 80% en el nivel primario, mientras que ronda entre el 68% y el 61% en los niveles secundario y universitario.
Por su parte, la consultoras D'Alessio IROL/Berensztein realizaron un estudio sobre una muestra de más de 1.000 casos en mes de febrero del 2020 entre argentinos mayores de 18 años que habitan en todo el territorio nacional contactados de manera online. Aquí, la imagen positiva del presidente es más baja: 51%, vs una negativa del 43% y un ns/nc de 6% (ver gráfico arriba; click para agrandar). En estos guarismos, la calificación favorable está en el orden de magnitud del resultado del Frente de Todos en octubre pasado, y la desfavorable se corresponde con el caudal de Juntos por el Cambio. En la serie longitudinal, las variaciones no son estadísticamente significativas: a partir de mayo, cuando se conoció su candidatura a la presidencia, la imagen positiva de Alberto Fernández creció de 38% hasta 46% en agosto (una suba de 8 puntos porcentuales; ese mes ganó las primarias con el 49,49% de los votos, un dato duro en el mismo orden de magnitud del dato blando de imagen). En octubre, el mes de las elecciones generales, volvió a crecer hasta el 52% (+ 6 pp respecto a agosto) y desde entonces ronda el 50%. Sin embargo, como venimos recientemente en la encuesta de Udesa, el método de relevamiento online tiende a sesgar hacia los niveles medios y altos en detrimento de los bajos, con lo cual se puede conjeturar de manera razonable que la calificación positiva en realidad estaría un poco por encima de la reportada en este estudio, y la negativa algo por debajo. Con todo, ese 51% lo pone al tope de la imagen de dirigentes de esas consultoras.
Nuestra hipótesis se refuerza si sumamos al análisis los datos más recientes de la consultora Ricardo Rouvier & Asociados. Sobre una muestra de 1.200 casos relevados de manera telefónica entre el 27 de febrero y el 3 de marzo de 2020 (vale decir que incluye las jornadas posteriores al discurso presidencial en la apertura de sesiones del Congreso Nacional), arroja que la imagen positiva del presidente alcanza 58,1%, vs 37,7% de negativa (ver gráfico arriba; click para agrandar). En ambos casos, esa suma incluye las opiniones regulares más orientadas hacia uno u otro polo; Ese 58,1% implica un avance de casi 10 puntos porcentuales respecto al resultado electoral de octubre pasado (9,86 pp, para ser exactos), mientras que el casi 38% de valoración desfavorable se corresponde con el voto de Juntos por el Cambio.
Al igual que en la serie histórica de D´Alessio IROL, pero en niveles más altos, aquí el evolutivo ratifica la estabilidad: a partir de agosto de 2019, cuando se impone en las primarias, la imagen de Fernández rompe el umbral de los 50 puntos para ubicarse por encima del 55% y acercándose al 60%. Aunque se trata de variaciones estadísticamente no significativas, el registro más reciente implica el pico (valor más alto) en calificación positiva y el piso (registro más bajo) de la negativa en toda la serie longitudinal (ver gráfico arriba; click para agrandar). En síntesis, si más allá de los matices en las mediciones hacemos un promedio de las tres citadas, la imagen presidencial ronda el 60% de valoración positiva (59,8%) y el 36% de negativa (36,03%), con guarismos muy cercanos a la medición más reciente, que es la de Rouvier & Asociados. Esto confirmaría que Fernández reforzó su posición respecto al resultado electoral en lo que va de su gobierno en una magnitud de alrededor de 12 pp.
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