Concepto acuñado por el filósofo inglés Joseph Glanvill, el clima de opinión nos rodea. Existen ciencias para medirlo, pero también hay lugar para lo inesperado, tal como el aleteo de una mariposa en Pekín puede desatar un huracán en México que contraríe el pronóstico del tiempo. Este blog de tendencias de opinión pública e influencia social pretende aportar elementos al "sensor cuasiestadístico" con que sondeamos el ambiente y ser un foro para intercambiar puntos de vista.
viernes, 31 de diciembre de 2021
martes, 28 de diciembre de 2021
Chau 2021, hola 2022: qué dicen las últimas encuestas del año (nota publicada en CBA24N)
Termina el 2021 y se impone un repaso de las últimas encuestas que indagan cómo vivieron los argentinos el cierre del año y qué expectativas tienen de cara a 2022. Según el estudio realizado por la Universidad Argentina de la Empresa (Uade) y consultora Voices, más de la mitad de la población adulta (52%) se sintió muy preocupada durante el último mes con alta frecuencia (bastantes veces, la mayoría del tiempo+todo el tiempo), mientras que 48% dijo que sintió preocupación algunas veces o en ningún momento. En segundo término, 44% manifestó haberse sentido frecuentemente estresado o muy cansado y 40% tuvo problemas para dormir. Por otra parte, 1 de cada 3 (34%) dijo haber sentido desgano y falta de energía bastantes con mucha frecuencia, mientras que casi 33% se sintió sobrepasado por sus tareas o trabajo. Asimismo, 3 de cada 10 (30%) reconoció haberse sentido irritable o malhumorado con frecuencia). Un porcentaje similar manifestó con igual frecuencia sentirse triste, vacío y/o deprimido (28%). Además, 1 de cada 4 (25%) afirmó haberse sentido frecuentemente muy solo, en tanto que 19% expresó haberse sentido agobiado por la convivencia doméstica (gráfico abajo).
Es interesante comparar la evolución interanual para mensurar el efecto Covid-19: todos los estados y sentimientos negativos analizados aumentaron su frecuencia durante el último año, llegando a duplicarse o incluso triplicarse respecto a mediciones realizadas en 2015 (gráfico arriba). En primer término, mientras que en 2020 (primer año de la pandemia) el 17% había manifestado sentimientos de soledad, ese porcentaje se elevó a 24% en 2021 (una suba de 7 puntos porcentuales). Por otra parte, mientras que en 2015 el 8% de los argentinos expresó haberse sentido triste, vacío o deprimido, ese porcentaje se triplicó al 24% en 2020 y alcanzó el 28% en 2021 (+ 4 puntos porcentuales interanuales). Los problemas para dormir también crecieron fuertemente en el contexto pandémico: mientras que el 11% de los encuestados en 2015 expresó alguna dificultad para conciliar el sueño con alta frecuencia, el porcentaje se incrementó al 38% en 2020 (+ 27 puntos porcentuales) y se mantuvo en 2021 (39%). Además, en 2015 el 13% manifestó sentirse irritable con frecuencia, proporción que aumentó 10 puntos porcentuales en 2020 (25%) y otros 5 puntos en 2021 (30%). También subió la frecuencia de sentimientos como desgano y falta de energía: mientras en 2015 el 13% los sufrió con frecuencia, el porcentaje aumentó a 32% en 2020 y a 34% en 2021. En tanto, sentirse muy preocupado resultó lo más frecuente todos los años, tendencia que se acentuó: mientras en 2015 el 19% de los argentinos había afirmado sentirse muy preocupado, el porcentaje se elevó al 40% en 2020 y al 52% en 2021.
Por su parte, el relevamiento nacional de Observatorio de Psicología Aplicada de la Universidad de Buenos Aires (OPSA-UBA) indagó qué palabra representa para los argentinos el balance anual: respecto al 2020 crecieron los conceptos positivos, pero aun así el balance general fue negativo, con “incertidumbre” al tope de las menciones. La segunda respuesta más frecuente fue “bueno”, lo que junto a “positivo”, “esperanza” y “aprendizaje” insinúa una recuperación respecto al primer año de la pandemia. En cambio, en el polo de negatividad se suman “malo”, “tristeza”, “desastre”, “difícil” y “desesperanza” (gráfico arriba).
En cuanto a las expectativas para 2022, el podio de conceptos más frecuentes se compone de “tranquilidad/paz”, “mejorar” y “justicia”, mientras que el top 5 se completa con “salud” y “esperanza” (gráfico arriba). Finalmente, dentro de los temores, “inseguridad”, “economía” y “salud” conforman el podio, y se agregan al top 5 “Covid-19” e “inflación” (gráfico abajo).
En el plano local, la última encuesta realizada en provincia de Córdoba por la consultora Delfos relevando las palabras que mejor sintetizan este año destaca sobre todo lo negativo: “malo” y “desastre” son las que más se repitieron con carga pesimista, mientras que en un segundo plano aparecieron “fe” y “bueno”; “duro” cierra el top 5 (gráfico abajo).
En cuanto a expectativas para 2022, el deseo se traduce en mayor carga positiva en los términos: “”trabajo”, “fe”, “mejor” y “esperanza” son los que más se reiteran, mientras que el top 5 se cierra con uno negativo: “malo” (gráfico abajo).
En síntesis, los tres estudios están atravesados por el malestar pandémico desde 2020, junto con los factores de crisis socioeconómica visibles desde 2018 (con inflación y desempleo al tope de las mencions). Ese mix se traduce en sentimientos negativos, temores y pesimismo; aunque cada cierre de año recrea las expectativas positivas y renace la esperanza, habrá que ver cómo impacta la nueva fase de la pandemia, pues todas estas encuestas se cerraron antes de la tercera ola del Covid-19 que ya se desarrolla en nuestro país.
link a nota original: https://www.cba24n.com.ar/sociedad/chau-2021--hola-2022--que-dicen-las-ultimas-encuestas-del-ano_a61cae8253abcd157657a2626
jueves, 23 de diciembre de 2021
lunes, 20 de diciembre de 2021
La opinión pública argentina a 20 años del 20 de diciembre de 2001 (nota publicada en CBA24N)
El 20 de diciembre de 2001 se produjo en la Plaza de Mayo de Buenos Aires y alrededores la masacre que precipitó la caída del gobierno de Fernando De la Rúa. ¿Qué dicen las últimas encuestas sobre el estado de la opinión pública argentina, a 20 años de esa bisagra histórica? Un primer dato a resaltar es la fragmentación del mapa ideológico: según la última encuesta nacional de Giacobbe, 35,6% de los electores se autopercibe como independiente y casi 10% como apolítico, lo que acumula casi 46% sin definición; entre quienes sí se definen, se registra un empate técnico entre liberales (12,4%) y peronistas kirchneristas (9,5%). Luego, también hay una disputa cerrada en el segundo pelotón entre UCR, PRO y peronistas a secas, todos en torno al 7%. El resto de las identidades tal como las mide este estudio se ubica cerca o por debajo del error muestral (gráfico arriba).
Por su parte, el último estudio de la consultora Taquión aporta otro dato que puede articularse con el de fragmentación ideológica: 8 de cada 10 electores no confían en los políticos, lo que pone en evidencia que la crisis de confianza es generalizada y va más allá del rechazo al oficialismo (gráfico arriba). Los indicadores de la justicia son levemente peores, dentro de una diferencia estadísticamente no significativa: 83,3% dice no confiar en ese poder.
Parte de la desconfianza en la política pasa por la dificultad de la clase dirigente en alcanzar consensos, como se puso en evidencia con el rechazo opositor al presupuesto presentado por el oficialismo la semana pasada. En esa línea, según la última encuesta nacional de Zuban Córdoba casi 78% de los electores argentinos cree que la dirigencia no quiere ponerse de acuerdo en algunos grandes temas, mientras que 17,4% piensa que no sabe cómo hacerlo (gráfico abajo).
Finalmente, un detonante clave de la crisis que llevó a la caída del gobierno de la Alianza hace 20 años fue la medida conocida como “corralito”, que perjudicó a la gran mayoría de la población general y a los ahorristas en particular. ¿Qué dicen los datos más recientes respecto a la conducta de los argentinos en esta materia? En primer término, 73,4% dice que hoy no tiene ahorros, lo que marca la profundidad de la crisis desde 2018 a esta parte; en cambio, 19,2% reconoce tenerlos. En cuanto a la conducta de los ahorristas, casi 35% elige el dólar como moneda de refugio, 20% opta por el plazo fijo, 16% mantiene dinero en efectivo o depositado en entidades bancarias y 7,1% invierte en acciones o en fondos de inversión; casi 20% se decanta por otras opciones (gráfico abajo).
En síntesis, el conjunto de datos de algunos de los últimos estudios nacionales arroja que, a 20 años de diciembre de 2001, la opinión pública argentina aparece hoy atravesada por una crisis de confianza en varios planos que se configura como uno de los principales desafíos poselectorales de cara al turno presidencial del 2023.
sábado, 18 de diciembre de 2021
Qué dicen las últimas encuestas sobre la situación socio-económica (nota publicada en CBA24N)
Los pronosticadores económicos más serios son los que admiten la dificultad de su trabajo: pronosticar los ciclos económicos es difícil, pues variables que funcionan como indicadores de tendencia durante un ciclo económico concreto pueden quedar obsoletas en el siguiente, y la confianza de las empresas tanto como la del consumidor no necesariamente se comportan de manera alineada. En el caso argentino, al revisar los más reciente estudios nacionales respecto a la situación socioeconómica surgen algunos matices que merecen ser destacados. Según la última encuesta realizada por –D´Alessio-Irol/Berensztein entre ejecutivos de IDEA, en cuanto a los principales problemas de la coyuntura el podio se compone con déficit fiscal, confianza y política monetaria; el top 5 se completa con falta de acuerdos entre las distintas fuerzas políticas (el rechazo opositor de este viernes 17 de diciembre al presupuesto 2022 presentado por el oficialismo viene a ratificar esta preocupación) y la falta de crédito. El déficit de la balanza de pagos y el tema corrupción no llegan al 10% (gráfico arriba).
Por otro lado, según el último estudio de la consultora Management & Fit (M&F), la agenda de problemas de la población general es diferente: inflación y suba de tarifas se mantiene al tope en el último trimestre (llega a 34,1% en noviembre), escoltada de cerca por corrupción (8,1 puntos porcentuales detrás). Luego, hay una disputa por el tercer lugar entre inseguridad (casi 14%) y pobreza (11%). Los demás problemas no llegan individualmente al 10% (gráfico arriba).
Respecto a la coyuntura socioeconómica, según M&F casi 63% de los argentinos tiene una mirada negativa, contra apenas 21,4% que la ve de manera más bien positiva, en tanto que 14,2% tiene una mirada neutra (gráfico arriba). Así, el pesimismo casi triplica al optimismo a nivel de la población general, de acuerdo a ese estudio. Comparando con el estudio entre ejecutivos de D´Alessio, que mide las percepciones por semestre, la mirada positiva alcanza 15% vs una negativa de 65% y una neutra del 17% (gráfico abajo), algo no muy diferente a lo que vemos en M&F.
En cuanto a la expectativa para el semestre que viene, los matices son menores respecto a la evaluación del actual: 12% de optimismo, 65% de pesimismo y una suba de 6 puntos porcentuales en la perspectiva neutra.
Sin embargo, con respecto a la medición anterior (julio de 2021), se insinúa una suba de 4 puntos porcentuales en quienes esperan un aumento de la ventas en su empresa en los próximos 12 meses, con mayor incidencia a nivel de empresas chicas y sector industrial (gráfico arriba). En tanto, en el perfil de quienes trabajan en empresas exportadoras se insinúa una suba de 3 puntos porcentuales en el sentido de avizorar una suba de las operaciones (gráfico abajo).
Aunque se trata de variaciones estadísticamente no significativas, dado el perfil del público en ese estudio sectorial entre ejecutivos de empresas, cabe plantear la hipótesis de que esas leves mejoras puedan estar anticipando un cambio de tendencia hacia una mayor reactivación y con menor pesimismo. Con todo, hay que observar que el estudio se cerró a fines de noviembre, es decir, antes de las últimas novedades globales, regionales y nacionales en materia de pandemia de Covid-19, que de alguna manera vuelven a abrir interrogantes en cuanto a la perspectiva de una nueva normalidad.jueves, 9 de diciembre de 2021
10 de diciembre: oficialismo y oposición según las últimas encuestas (nota publicada en CBA24N)
En las elecciones de medio término del pasado 14 de noviembre, Juntos por el Cambio (JXC) alcanzó 42% de los votos vs 34,5% del Frente de Todos (FDT), contando los aliados de ambas coaliciones. Si comparamos el resultado del FDT el 14-N, vemos que está algo por encima de la performance del FPV en 2009 y 2013 (entre 30% y 31%), pero por debajo de la mejor elección de ese sello en el poder, que fue la de 2005 (41,59%; gráfico arriba). Así, el análisis comparado permite confirmar que el caudal de base del espacio pan justicialista cuando es gobierno se mantiene sólido. La novedad respecto a las elecciones de 2009 y 2013 es que antes ese caudal le bastaba para mantener la primera minoría electoral ante una oposición dispersa, mientras que desde 2017 el sello de JXC aglutina de manera sólida un caudal anti peronista en torno al 40%.
Así, el FDT obtuvo un caudal que se ubica en el mismo orden de magnitud del que alcanzó el FPV en dos de tres elecciones de medio término de ese sello en el poder. Esto sugiere que se sostiene la base electoral del kirchnerismo y que las figuras de Alberto Fernández y de Sergio Massa no aportaron un plus, a diferencia de lo que sucedió en 2019. Que la solidez del núcleo duro del espacio pan justicialista sigue siendo de base kirchnerista queda confirmada además con la última encuesta de CB Consultora, que muestra a CFK con una ventaja holgada sobre otros referentes del FDT de cara a una potencial primaria del oficialismo (gráfico arriba): con 16,2% de preferencia, le saca más de 10 puntos porcentuales de ventaja a cualquiera de las otras figuras del frente. Esa vigencia despeja cualquier posibilidad de que las internas propias de la coalición escalen en una ruptura, dado que a ninguno de los socios electoralmente minoritarios del FDT les convendría un escenario de ese tipo; tienen más incentivos para mantener los pies adentro del plato que para sacarlos.
El panorama contrario se observa en JXC: el resultado por debajo de las expectativas posteriores a las primarias desató múltiples pujas, tanto al interior del PRO como de la Unión Cívica Radical (UCR). Según la misma encuesta de CB, Horacio Rodríguez Larreta tiene una ventaja del tipo “primus inter pares”, no lo suficientemente holgada para resolver la disputa por la candidatura presidencial hacia 2023. Le saca unos 7 puntos porcentuales de ventaja al ex presidente Mauricio Macri, unos 10 pp a Facundo Manes y poco más de 11 pp a Patricia Bullrich (gráfico arriba), una brecha insuficiente como para que esas y otras figuras de la coalición resignen sus aspiraciones. En cuanto a la percepción de liderazgo opositor, la disputa es aún más encarnizada: según el último monitoreo en redes sociales de consultora Taquión, Larreta roza el 18% vs 15% de Bullrich, casi 14% de Macri y 9,5% de María Eugenia Vidal; por fuera de JXC, se cuela en esa competencia Javier Milei, de Avanza Libertad, con 9,6% (gráfico abajo).
En ese marco, si algo amenaza las chances de JXC de cara al 2023 es la posibilidad de que el espacio libertario se consolide, puesto que según CB parte de un piso de intención de voto en torno al 6% con un techo de hasta 22% (gráfico abajo).
En síntesis, el oficialismo llega al 10 de diciembre con un caudal sensiblemente menor al de su victoria de hace poco más de 10 años, pero con el piso electoral sólido obtenido en las tres últimas elecciones de medio término del espacio panjusticialista, con su unidad consolidada y conservando su condición de primera minoría tanto en la Cámara de diputados nacionales como en la de senadores nacionales. En cambio, JXC llega con varias disputas abiertas al interior de la coalición, lo que ya ha tenido traducción parlamentaria en el Congreso en los últimos días: Sergio Massa fue reconfirmado al frente de la Cámara baja, dejando atrás la avanzada opositora posterior a las primarias, mientras que el bloque radical enfrenta una fractura que puede seguir escalando.
sábado, 4 de diciembre de 2021
viernes, 3 de diciembre de 2021
jueves, 2 de diciembre de 2021
Qué dicen las últimas encuestas antes del ballotage en Chile (nota publicada en CBA24N)
El próximo 19 de diciembre, Chile elegirá a su nuevo presidente en segunda vuelta, luego de que en la primera ronda el candidato de derecha José Kast (Frente Social Cristiano) obtuviera 27,9% de los votos vs 25,8% del izquierdista Gabriel Boric (Apruebo Dignidad); una diferencia de 2,1 puntos porcentuales técnicamente reversible, según la literatura especializada. Las últimas encuestas antes de la veda de datos que comienza este fin de semana muestran una ventaja para Boric: según Plaza Pública-Cadem, la ventaja es de 6 puntos porcentuales (39% a 33%), que se estiran a 8 proyectando indecisos y sólo votos positivos. En ese caso, la diferencia resulta estadísticamente significativa (gráfico arriba). Por su parte, según Activa, la brecha es de casi 16 puntos porcentuales, en este caso sin proyectar indecisos y contando nulos y abstenciones (gráfico abajo).
En cuanto a la “ola ganadora” (es decir, la expectativa de quién vence más allá de la intención de voto), la diferencia es más estrecha: 44% para Boric vs 41% para Kast, según Cadem (gráfico abajo).
El mismo estudio indagó a los votantes por quién votarían en segunda vuelta considerando su elección en la primera. Por ejemplo, en el caso de quien se ubicó en tercer lugar, el candidato del Partido de la Gente, Franco Parisi, un 38% de quienes votaron por él se inclinarían por Boric, un 23% por Kast y un 39% se muestra indeciso (gráfico abajo).
Por su parte, la encuesta de Data Influye ubica a Boric con 47% y a Kast con 34%, lo que arroja una brecha de 13 puntos porcentuales sin incluir nulos/voto en blanco, ni abstenciones (gráfico abajo).
Tomando en cuenta sólo a quienes votaron en la primera vuelta presidencial, Boric alcanza 54% contra 41% de Kast (gráfico abajo).
De los últimos sondeos, sólo el realizado por Black & White reporta un escenario de empate técnico: 44% para Boric y 41% para Kast. ¿Significa que la elección está definida? No necesariamente, pues hay alrededor de 15% de indecisos y aún quedan dos semanas hasta el domingo 19 en los que rige veda de datos. De ese modo, si hay corridas de último momento, no habría encuestas disponibles para reportarlas. Lo que sí es claro es que, si la elección fuera hoy, Boric se impondría con una ventaja que oscila entre un mínimo de 3 puntos porcentuales (empate técnico en términos de encuesta, pero suficiente para ganar un ballotage con una brecha similar a la que en 2015 obtuvo Mauricio Macri contra Daniel Scioli) y un máximo de 13 puntos porcentuales. Esto sugiere que Chile giraría hacia la centroizquierda, en busca de un cambio luego de cuatro años de gobierno del centroderechista Sebastián Piñera, cuya gestión tiene una desaprobación de 7 de cada 10 electores chilenos (gráfico abajo).
Asimismo, un resultado en esa línea resultaría más consistente con el proceso constituyente en marcha en ese país y también en términos de gobernabilidad futura: la izquierda, junto a la ex Concertación, están más cerca de poder controlar el Congreso, dado que con 74 escaños, junto a los Verdes y el Partido Humanista sumarían mayoría absoluta.