lunes, 9 de septiembre de 2013

Gestión, ejes de campaña y segmentos electorales (2)

Según Juan Manuel Aurelio, de la consultora Aresco, de sus  primeras mediciones posPaso se desprende que puede haber algún corrimiento de votos desde las listas opositoras hacia las del oficialismo. Sin embargo, respecto a si Massa perdería sufragios a manos de Martín Insaurralde como consecuencia del giro presidencial, el consultor consideró que eso no era significativo. Más contundente, Mariel Fornoni, de Management & Fit, evaluó que “cuando la gente quita el apoyo y se pierde la confianza en lo que el gobierno puede hacer es muy difícil de recomponer. De hecho, hubo meses en los cuales el gobierno hizo anuncios importantes, como el aumento de asignaciones familiares y demás. Y prácticamente no movió la aguja de la aprobación de gobierno. Entonces ya no son medidas concretas que el gobierno pueda hacer, me parece que ya es un tema de dónde la gente puso o quitó confianza”.

En la misma línea desalentadora para el oficialismo, el consultor Rosendo Fraga (Centro de Estudios Unión para la Nueva Mayoría) interpreta que hay un proceso de ruptura entre la clase media y el oficialismo que subyace al comportamiento electoral en las Paso y resultaría determinante para el resultado final en octubre. El consultor lo atribuye a una conjunción de factores económicos y políticos. “La combinación de una economía que ha dejado de crecer, con el rechazo al rumbo ideológico del Gobierno, y el cansancio tras una década de un poder muy personalista, explican esta nueva fluctuación electoral de la clase media contra el kirchnerismo”.

Por su parte, Fabián Perechodnik de Poliarquía define a la relación entre la gestión K y los sectores medios como “oscilante”, y distingue entre dos etapas: una primera en la que los planes de aliento al consumo fueron una forma de acercarse a este sector social, y un segundo momento en que “diferentes aspectos han transformado el vínculo en algo más crítico o distante: la inflación, el atraso del mínimo no imponible del Impuesto a las Ganancias, las complicaciones para compras en el exterior y el cepo al dólar son situaciones que atentaron contra el bienestar de la clase media”. Esa pérdida de posiciones por parte del Gobierno en las preferencias de las capas medias fue capitalizada por la oposición. Sin dudas, Sergio Massa fue el que más permeó en ese segmento, con una línea de campaña no confrontativa muy seductora para esas capas medias no decididamente anti-K, que engrosan el voto netamente opositor que está captando el tigrense, con referencias a la inflación, la inseguridad, promesas de reformas tributarias y de política cambiaria y lucha contra la corrupción como temas centrales de agenda. “Su trabajo, sin duda, será fidelizar este voto opositor que tiene altos niveles de representación en la clase media”, sostuvo Perechodnik.

En Capital Federal, otro de los distritos vidriera, los sondeos arrojan un panorama con matices. Según Management & Fit, en diputados nacionales Elisa Carrió va primera en intención de voto, pero en senadores nacionales se registra un corte de boleta que perjudica a Pino Solanas y favorece al PRO (encabezado en ese tramo por Gabriela Michetti). Se dice que un adelanto de los sondeos encargados por el PRO arrojan que la fuerza no creció desde las primarias en la categoría que encabeza el rabino Sergio Bergman, mientras que el postulante a senador de UNEN, Pino Solanas, no retiene los votos que obtuvieron en la interna Rodolfo Terragno y Alfonso Prat-Gay (quienes quedaron fuera de las Paso). A una porción de ese voto también apunta el kirchnerismo, empeñado en retener la banca por la minoría para Daniel Filmus y esperanzado en encuestas según las cuales entre un 30 y 40 por ciento de los votantes de UNEN en las Paso no votarán a Solanas en las generales. Alguna expectativa similar atraviesa otros distritos del país, donde fuerzas opositoras superaron al FPV en las Paso en la sumatoria de frentes con que se presentaron en las primarias (caso San Juan, por ejemplo), pero de cara a octubre podrían no retener todos esos votos, al haber quedado afuera las listas perdedoras.

Otras esperanzas del FPV pasan por las elecciones de gobernador en Corrientes, cuyo resultado se conocerá el 15 de septiembre, más de dos meses antes de las legislativas que tendrán lugar el 27 de octubre. El oficialismo festejó el resultado obtenido hace poco en Bariloche, donde la candidata kirchnerista María Eugenia Martini se impuso con una diferencia de 6,3% sobre el candidato vecinalista Gustavo Gennuso (33%  a 27,7%) mientras en el tercer lugar apareció el también kirchnerista, pero del Frente Grande, Carlos Valeri (con el 22,7%). El acumulado global del kirchnerismo en ese distrito (55,7%), sin embargo, obedece a un contexto local y a una elección ejecutiva, situación en la cual en general el FPV ha obtenido éxitos mucho más resonantes que en las elecciones legislativas de medio término.  Es incierto si un resultado favorable en la elección de gobernador de Corrientes (en caso de darse, claro está) podría levantar las acciones del kirchnerismo.

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