Según Juan Manuel Aurelio, de la
consultora Aresco, de sus primeras
mediciones posPaso se desprende que puede haber algún corrimiento de votos desde
las listas opositoras hacia las del oficialismo. Sin embargo, respecto a si Massa
perdería sufragios a manos de Martín Insaurralde como consecuencia del giro
presidencial, el consultor consideró que eso no era significativo. Más contundente, Mariel
Fornoni, de Management & Fit, evaluó que “cuando la gente quita el apoyo y se pierde la confianza en lo
que el gobierno puede hacer es muy difícil de recomponer. De hecho, hubo meses
en los cuales el gobierno hizo anuncios importantes, como el aumento de
asignaciones familiares y demás. Y prácticamente no movió la aguja de la
aprobación de gobierno. Entonces ya no son medidas concretas que el gobierno
pueda hacer, me parece que ya es un tema de dónde la gente puso o quitó
confianza”.
En la misma línea desalentadora para el
oficialismo, el consultor Rosendo Fraga (Centro de Estudios Unión para la Nueva
Mayoría) interpreta que hay un proceso de ruptura entre la clase media y el
oficialismo que subyace al comportamiento electoral en las Paso y resultaría
determinante para el resultado final en octubre. El consultor lo atribuye a una
conjunción de factores económicos y políticos. “La combinación de una economía que ha dejado de crecer, con el rechazo
al rumbo ideológico del Gobierno, y el cansancio tras una década de un poder
muy personalista, explican esta nueva fluctuación electoral de la clase media
contra el kirchnerismo”.
Por su parte, Fabián Perechodnik de
Poliarquía define a la relación entre la gestión K y los sectores medios como
“oscilante”, y distingue entre dos etapas: una primera en la que los planes de
aliento al consumo fueron una forma de acercarse a este sector social, y un
segundo momento en que “diferentes
aspectos han transformado el vínculo en algo más crítico o distante: la
inflación, el atraso del mínimo no imponible del Impuesto a las Ganancias, las
complicaciones para compras en el exterior y el cepo al dólar son situaciones
que atentaron contra el bienestar de la clase media”. Esa pérdida de
posiciones por parte del Gobierno en las preferencias de las capas medias fue
capitalizada por la oposición. Sin dudas, Sergio Massa fue el que más permeó
en ese segmento, con una línea de campaña no confrontativa muy seductora para
esas capas medias no decididamente anti-K, que engrosan el voto netamente
opositor que está captando el tigrense, con referencias a la
inflación, la inseguridad, promesas de reformas tributarias y de política
cambiaria y lucha contra la corrupción como temas centrales de agenda. “Su trabajo, sin duda, será fidelizar este
voto opositor que tiene altos niveles de representación en la clase media”,
sostuvo Perechodnik.
En Capital Federal, otro de los
distritos vidriera, los sondeos arrojan un panorama con matices. Según
Management & Fit, en diputados nacionales Elisa Carrió va primera en intención de voto, pero en
senadores nacionales se registra un corte de boleta que perjudica a Pino
Solanas y favorece al PRO (encabezado en ese tramo por Gabriela Michetti). Se
dice que un adelanto de los sondeos encargados por el PRO arrojan que la fuerza
no creció desde las primarias en la categoría que encabeza el rabino Sergio
Bergman, mientras que el postulante a senador de UNEN, Pino Solanas, no retiene
los votos que obtuvieron en la interna Rodolfo Terragno y Alfonso Prat-Gay
(quienes quedaron fuera de las Paso). A una porción de ese voto también apunta
el kirchnerismo, empeñado en retener la banca por la minoría para Daniel Filmus y esperanzado en encuestas según las cuales entre un 30 y 40 por ciento de los
votantes de UNEN en las Paso no votarán a Solanas en las generales. Alguna
expectativa similar atraviesa otros distritos del país, donde fuerzas
opositoras superaron al FPV en las Paso en la sumatoria de frentes con que se
presentaron en las primarias (caso San Juan, por ejemplo), pero de cara a
octubre podrían no retener todos esos votos, al haber quedado afuera las listas
perdedoras.
Otras esperanzas del FPV pasan por las
elecciones de gobernador en Corrientes, cuyo resultado se conocerá el 15 de
septiembre, más de dos meses antes de las legislativas que tendrán lugar el 27
de octubre. El oficialismo festejó el resultado obtenido hace poco en
Bariloche, donde la candidata kirchnerista María Eugenia Martini se impuso con
una diferencia de 6,3% sobre el candidato vecinalista Gustavo Gennuso (33% a 27,7%) mientras en el tercer lugar apareció
el también kirchnerista, pero del Frente Grande, Carlos Valeri (con el 22,7%).
El acumulado global del kirchnerismo en ese distrito (55,7%), sin embargo,
obedece a un contexto local y a una elección ejecutiva, situación en la cual en general el FPV ha
obtenido éxitos mucho más resonantes que en las elecciones legislativas de
medio término. Es incierto si un
resultado favorable en la elección de gobernador de Corrientes (en caso de
darse, claro está) podría levantar las acciones del kirchnerismo.
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