Asimismo, diversas mediciones coinciden en que se ha acompasado el escepticismo político con el pesimismo en materia económica. Profundicemos el análisis de los datos que ilustran el primero: un estudio nacional de Rouvier y Asociados realizado sobre una muestra nacional de 1.200 casos relevados de manera telefónica entre el 3 y el 25 de abril mostró que persiste la tendencia negativa en la imagen presidencial “que comenzó en diciembre con la ley previsional, a lo que se sumó el caso Triaca y la inflación. La gestión sigue siendo menos valorada que su imagen y también se encuentra en línea decreciente”, apuntó el informe. La imagen positiva alcanza 42,1% y la negativa 54,4%, de lo que resulta un diferencial desfavorable de 12,3 puntos porcentuales (ver datos arriba; click para agrandar). El evolutivo también muestra el pico de imagen negativa desde que Macri gobierna (ver datos abajo; click para agrandar). Al pasar a la evaluación del gobierno, el desempeño es aún peor: 39,1% positivo y 56,8%, lo que arroja un diferencial negativo de casi 18 puntos porcentuales (17,7; ver datos abajo, click para agrandar). Como era previsible, también en este indicador la serie muestra el pico de evaluación negativa (ver datos arriba; click para agrandar). Pasando al análisis del pesimismo económico, el estudio de Rouvier muestra que continúa la pérdida de confianza: la expectativa sobre una merma del alza de precios es baja y el 65% cree que durante el 2018 la inflación no disminuirá (ver datos abajo; click para agrandar). Respecto a las expectativas económicas generales, la positiva es de apenas 27,4% y la negativa del 46,1%, lo que arroja un diferencial negativo de casi 19 puntos porcentuales (18,7%; ver datos abajo, click para agrandar). El 27,4% de expectativa positiva está en el orden de magnitud de los votos obtenidos por Macri en la PASO del 2015 (24,15%), lo que sugiere que ese “acto de fe” va limitándose progresivamente al núcleo más duro de Cambiemos, mientras que el pesimismo se expande en el conjunto de los demás electores.
Articulando con nuestra premisa analítica de que el estado del consumo y las actitudes políticas van convergiendo, un estudio de una consultora especializada en consumo ya había arrojado que las esperanzas del público en la situación económica durante el primer trimestre del 2018 fueron las más bajas desde el cambio de Gobierno. Influyeron en esta evaluación los resultados el aumento de las tarifas y el transporte público: poco más de la mitad de los argentinos adultos dice que lo que gana no le alcanza para vivir de acuerdo con sus necesidades y además, debido al aumento de tarifas, también pierden confianza en la economía hacia el futuro, según un informe de la consultora Kantar TNS. El dato corresponde al Índice General de Expectativas Económicas (IGEE) de marzo elaborado por esa consultora internacional. Según el estudio, el 53% sostiene que los ingresos que tiene "no le alcanzan" para cubrir lo que deberían ser sus gastos. "Esta situación se acentúa principalmente en los niveles socioeconómicos medio bajos y bajos y, en el Gran Buenos Aires, dato que marca una disminución del poder adquisitivo respecto a los últimos dos años", explicó la investigadora Mercedes Ruiz Barrio.
Ese informe se dio a conocer cuando se produjo el pico de tensión política por el incremento de las tarifas de electricidad y gas. El IGEE de marzo (que midió la percepción de la población sobre la situación económica y laboral en el país) reportó nuevamente una caída, debido a un deterioro en la percepción del público sobre la situación económica futura y respecto de la oportunidad para adquirir bienes durables. "El primer trimestre del año cierra con incertidumbre. Si bien hay un crecimiento de 4% en la comparación interanual -a marzo 2017-, el IGEE se volvió a comportar a la baja. Recordemos que las expectativas generales en el primer trimestre 2017 fue el más bajo desde el cambio de gobierno", señaló Ruiz Barrio. El estudio de Kantar TNS indica que en el tercer mes de año las expectativas económicas del público cayeron 2% con respecto al mes anterior. "En este escenario continúa la alerta en relación con la incertidumbre sobre el futuro: es una preocupación mayor la economía futura que la percepción de la cantidad de puestos laborales en el mediano plazo", explica el informe. En síntesis, en la medida en que el gobierno no logre achicar la brecha entre las expectativas vinculadas a su promesa marcaria original de bienestar y la situación percibida (de franco deterioro), es probable que el desgaste se consolide y que el escepticismo político sea reemplazado por un pesimismo liso y llano a partir del cual los desencantados comiencen a explorar una alternativa política de cara al 2019.
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