Tendencias de cara al 27-O en el reinicio de la campaña

En nuestro posteo del viernes pasado actualizamos el promedio con 13 mediciones posPASO: 52,4% para el Frente de Todos vs 33% para Juntos por el Cambio. Esa brecha de 19,4 pp, que implica, respecto al resultado de las primarias, un avance de 2,91 pp para Alberto y Cristina Fernández y de apenas 0,06 pp para Macri-Pichetto. En ese posteo citamos los resultados de los estudios de las consultoras CB, Trespuntozero, Clivajes y Circuitos, incluidos en el promedio al que hacemos referencia, al igual que otros citados antes (ver datos arriba, presentados sin decimales; click para agrandar). Durante el fin de semana se dio a conocer otro estudio, en este caso realizado por la brasileña Atlas Intel​ entre el 2 y el 3 de septiembre, sobre una muestra de 2.000 casos relevados online, con un margen de error de +/- 2%. Proyecta para Alberto y Cristina Fernández 48,2% vs 38,5% para Macri-Pichetto sobre votos afirmativos, una brecha de apenas 9,7 puntos porcentuales (contra 19,4 pp en la media aritmética), con el Frente de Todos 4,2 pp por debajo del promedio y Juntos por el Cambio 5,5 pp por arriba del promedio. Es decir, avance del oficialismo y retroceso de la fuerza opositora, contrariando todos los estudios que venimos revisando. 

Dado estos desvíos y los desastrosos antecedentes de consultoras brasileñas en las encuestas pre PASO (según BTG Pactual e Ideia Big Data, Macri tenía una ventaja de entre 1,8 y 4 pp; perdió por 16,55 pp, 49,50% vs 32,93% según el escrutinio definitivo; ver datos arriba, click para agrandar), no tomaremos ese dato para el promedio, ya que sesga negativamente y afecta la precisión de la estimación. Según Nate Silver, el simple hecho de realizar una media de todas las predicciones en lugar de fiarlo todo a una sola puede reducir el error entre un 15 y un 20 por ciento de media. Sin embargo, la experiencia de las PASO, que hemos analizado en varias entradas recientes, muestra que los sondeos claramente desviados del resto le quitan precisión a la media, así que por ese expediente metodológico consideramos que el dato de Atlas Intel restaría en lugar de sumar a la estimación que haremos de acá al 27 de octubre.  

Lo contundente de la diferencia a favor del Frente de Todos y la extensión territorial del triunfo en las PASO (ver datos arriba; click para agrandar) perfilan una ventaja que se insinúa irremontable de cara a la elección general del 27 de octubre. La dinámica pos PASO, con una deficiente reacción del oficialismo al resultado y una magra gestión de la crisis, insinúa que la brecha puede ampliarse, dado que los costos del malestar recaen en el gobierno al mismo tiempo que la expectativa positiva se desplaza hacia la fuerza opositora. En este contexto, la más reciente encuesta telefónica de la consultora Reyes Filadoro-Numeral 8 arroja que el 73% de los electores cree que el presidente Mauricio Macri no tiene el control de la situación del país (ver datos abajo, click para agrandar). El estudio fue realizado entre el 1 y 2 de septiembre sobre una muestra de 1.200 casos, con un error muestral de +-2,8%. 

 Según la encuesta más reciente de Clivajes que citamos oportunamente, casi el 67% de los electores responsabiliza a la gestión Macri por la situación económica (ver datos abajo; click para agrandar).

Un resultado muy similar arroja el último sondeo de Ricardo Rouvier & Asociados: el 66,2% cree que el actual gobierno es el responsable de mantener condiciones económicas y sociales estables hasta el 10 de diciembre, contra apenas 22% que reparte las responsabilidades (ver datos abajo; click para agrandar).

Finalmente, el estudio que también citamos recientemente de FGA arroja que el 53,2% responsabiliza a Macri por la crisis recrudecida luego de las PASO (ver datos abajo; click para agrandar). En síntesis, el cruce de diversos datos sugiere que el principal rol asignado al gobierno es el de control de daños hasta el cierre de su mandato en diciembre.