Concepto acuñado por el filósofo inglés Joseph Glanvill, el clima de opinión nos rodea. Existen ciencias para medirlo, pero también hay lugar para lo inesperado, tal como el aleteo de una mariposa en Pekín puede desatar un huracán en México que contraríe el pronóstico del tiempo. Este blog de tendencias de opinión pública e influencia social pretende aportar elementos al "sensor cuasiestadístico" con que sondeamos el ambiente y ser un foro para intercambiar puntos de vista.
martes, 2 de noviembre de 2010
Apuntes sobre el escenario económico
Tras la muerte de su esposo y ex presidente, Néstor Kirchner, Cristina Fernández envió varias señales en el sentido de ratificar el rumbo del gobierno. En la misma línea se pronunciaron funcionarios como el viceministro de Economía Roberto Feletti, que aseguró que se continuará con la profundización del modelo económico.
“Luego de los logros de 5 o 6 años, me parece que esto no va a cambiar”, indicó Feletti y remarcó que “hoy el Estado argentino es autónomo y las decisiones de políticas económica y públicas están tomadas por la presidenta de la Nación en el marco de autonomía que da un bajo nivel de endeudamiento, superávit externo y solvencia de la cuenta corriente”.
El ex presidente monitoreaba la economía en aspectos clave como el tipo de cambio, los aumentos salariales y de precios, la política fiscal, los destinos de los excedentes presupuestarios y además marcó decisiones como la estatización de las AFJPs, el desendeudamiento y la ruptura con el FMI. En la ratificación de continuidad con esa línea se inscribió la decisión de mantener el acto que en Córdoba encabezó la la Presidente por el lanzamiento industrial del nuevo modelo de Renault, el Fluence, en la planta de Santa Isabel, donde hizo una fuerte defensa del «modelo productivo» y además recordó emocionada al ex presidente.
El ciclo económico beneficia al gobierno: el nivel de reservas supera los 50 mil millones de dólares, se estima que el PBI crecerá alrededor del 8% en 2010, el consumo privado bate récords, el riesgo país ronda los 500 puntos básicos (muy por debajo del 2009) y la deuda pública neta en porcentaje del PBI es del 20%, por lo que no se divisan mayores presiones para 2011, lo que sugiere que el gobierno podrá afrontar el seguramente elevado gasto público del año electoral. Luego de la pausa desde fines de 2008 hasta mediados del 2009 por la crisis iniciada en Wall Street, se recuperó la creación de empleo (la desocupación está por debajo del 8%), al mismo tiempo que países desarrollados enfrentan una situación laboral que el FMI ha calificado como "catastrófica".
El contexto global también ayuda: las tasas de interés globales están cercanas a cero, Brasil crece al 7% y China al 10%, y los precios de commodities aportan un plafónd para no alterar la política económica. La inversión extranjera directa en Argentina creció 7,8% durante el primer semestre de este año, respecto de igual período del 2009, totalizando u$s2.174 millones (u$s1.850 millones en el primer trimestre y u$s324 millones en el segundo) si bien el crecimiento es la mitad del promedio de 11 naciones de América latina y el Caribe, que mostraron un incremento del 16,4 por ciento, según un informe publicado por la Comisión Económica para América latina y el Caribe (CEPAL).
Se estima que en 2011 el gobierno obtendrá por retenciones u$s 8.700 millones (casi 23% más que este año), ya que una producción agrícola cerca de sus máximos valores históricos se combina con precios internacionales de las commodities manteniéndose en niveles elevados. Si bien existen algunos riesgos climáticos, los especialistas apuestan a que el escenario agrícola 2011 se presenta bastante favorable. Asimismo, semanas atrás Argentina y Brasil acordaron una estrategia comercial conjunta para vender agroalimentos a China y a otros mercados como Corea y Japón.
En este contexto, lo esperable es que la política económica de cara al año electoral que se avecina priorice el poder adquisitivo de los consumidores antes que la competitividad cambiaria, que se sostiene también gracias a la revaluación del real en Brasil. En función de eso se puede prever un dólar más bien tranquilo por un buen tiempo.
Pero la política cambiaria aplicada presenta una inconsistencia a mediano y largo plazo, pues el gasto público creciente tiende a erosionar el ahorro fiscal, lo que conspira con la sustentabilidad del actual proceso de crecimiento. A corto plazo, la principal amenaza es la inflación: según Ecolatina, en 2011 la puja salarial será más dura pues "las expectativas inflacionarias se ubican en 30% para los próximos 12 meses". Otro riesgo, a mediano plazo, es que se esté gestando una "burbuja" en los países emergentes -entre ellos Argentina- por la convergencia de tres factores: tasas de interés mundiales en mínimos históricos, precios récord de commodities agropecuarios y la demanda de China y Brasil (ambos son los principales socios comerciales del país) a todo motor, que explican gran parte de la racha alcista de los mercados en los últimos días.
Sin embargo, el analista Miguel Bein sostiene que revolución tecnológica que se produjo en la agricultura, combinada a la fortísima demanda asiática de alimentos y otras materias primas, despejan el temor de una recaída: su argumento es que la etapa actual es de sobreabundancia de divisas, diferente a las anteriores, cuando las caídas del país eran producto de restricciones externas: "lo que está sucediendo es un fenómeno estructural. La Argentina, desde 1914 hasta 2001, siempre estuvo en condiciones de producir lo que no podía vender en el mundo. Cada vez que arrancaba un ciclo con un gobierno popular, que apuntaba a volcar dinero al bolsillo de la gente, a los tres o cuatro años dicho ciclo se terminaba, porque volaba la importación, el turismo al exterior, y el país se quedaba sin dólares. En tanto, la oferta agropecuaria se mantenía rígida. No aumentaba, porque el mundo no demandaba lo que se generaba. Esa situación es lo que hoy por hoy se terminó".
En el gobierno hay optimismo: aunque algunos analistas externos festejaron la muerte de Kirchner anticipando una línea económica menos heterodoxa y un inminente fin del ciclo K, se ha profundizado la dispersión de la oposición y la ola de adhesión popular generada por la desaparición del ex presidente ha producido en el clima de opinión una bisagra que mejora las chances del oficialismo en las elecciones de 2011. Volveremos sobre este punto en un próximo post.
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