Una síntesis de los principales temas de la agenda de opinión pública en lo que va de 2018 arroja que el gobierno nacional no pudo instalar ni capitalizar ningún “sixtie”: ninguno de los temas que planteó para tratar de desplazar del foco de atención ciudadana a la crisis socioeconómica logró el apoyo de al menos un 60% de los electores. El último ensayo al respecto, la reforma del rol de las Fuerzas Armadas, logró sintonizar con aproximadamente un 50% de los electores según los estudios que venimos citando, recreando así una dinámica polarizadora en la que el oficialismo interpela a sus electores (el acompañamiento a la iniciativa es mayoritario entre aquellos que vienen votando a Cambiemos en los últimos turnos electores) y al mismo tiempo se enajena el aval de los adversos (entre los electores del FPV, el rechazo a la medida es predominante). En ese sentido, este issue abroquela la distribución relativa preexistente, sin generar desplazamientos estadísticamente significativos ni a favor ni en contra del oficialismo, y lo mismo sucede respecto a la principal fuerza opositora, el kirchnerismo reciclado bajo el signo de Unidad Ciudadana.
Antes de la reforma del rol de las FF.AA., el otro issue que el gobierno nacional lanzó para correr de la agenda pública a la crisis socioeconómica fue el debate del aborto, tema al que dedicamos varias entradas en este blog antes y después de la media sanción en Diputados. Con la próxima votación en el Senado, resulta pertinente repasar las últimas encuestas al respecto. En el caso de la provincia de Córdoba, un estudio de 1.800 casos realizado en mayo por la consultora Delfos indagó el acuerdo y el desacuerdo con respecto a la siguiente afirmación: “El aborto debe ser despenalizado para que la mujer que decida hacerlo lo haga en condiciones médicas que preserven su salud”. Un 50% por ciento de los cordobeses se manifestó en desacuerdo, en tanto que estuvo de acuerdo un 41%; el 9% restante corresponde al ns/nc, lo que le da una ventaja leve, pero perceptible, al desacuerdo. En el interior provincial el rechazo a la despenalización alcanzó el 52%, mientras que en Capital es más parejo: 48% de desacuerdo y 44%, cerca de un empate técnico. En el análisis por estudios, entre los niveles más altos de instrucción la despenalización es más tolerada y alcanza el 49% al contrario, en el nivel más bajo el 53% se manifiesta en contra. Otro hallazgo del estudio: entre quienes están de acuerdo con la despenalización, el 33% se basa en sus posturas de género (principal motivo de respuesta); entre quienes están en desacuerdo, el 36% basa su actitud en creencias religiosas (ver datos arriba; click para agrandar).
Otro estudio reciente realizado en Córdoba por la consultora Civix también mostró similar matiz entre Capital e Interior: se muestran a favor del aborto legal la mayoría de los capitalinos y eso compensa el rechazo que tiene en el interior, dando como resultado una tendencia levemente favorable a quienes apoyan la legalización: 44,1%, en tanto que el 40,3% se muestra en contra; un 13% se autocalificó como “indiferente” ante el debate y el 2,6% ns/nc. Esta encuesta se basó en una muestra de 1.000 casos distribuidos de manera proporcional en 10 ciudades de la provincia de Córdoba durante el mes de junio, luego de la media sanción a la ley en la Cámara de Diputados. Pese a ello, las cifras muestran en rigor un empate técnico entre ambas posiciones, puesto que la diferencia de 4 puntos porcentuales no puede considerarse estadísticamente significativa (considerando un error muestral de +- 3,5%).
A nivel nacional, el más reciente sondeo de la consultora Gustavo Córdoba y Asociados realizado sobre una muestra de 1.200 casos en agosto arroja que un 51,2% de los argentinos apoya la legalización del aborto, mientras que 44,1% se muestra en contra (ver datos arriba; click para agrandar). Con un error muestral de +- 2,83%, el resultado está apenas por encima de un empate técnico. Sin embargo, el acuerdo viene cayendo: ya en la medición previa, donde la proporción era 55,2% vs 40,9%, Paola Zubán, directora del proyecto, apuntaba: “Hubo una disminución a nivel nacional del apoyo a la aprobación de la ley que legaliza el aborto. Hubo una fuerte militancia de la Iglesia, pero no cualquier militancia: así como al principio los colectivos femeninos llevaron la discusión hacia el terreno de la salud pública, tras la media sanción en Diputados la Iglesia impulsó la ‘defensa a las dos vidas’, sin mencionar su dogma”. Esa línea interpretativa podría reforzarse con un dato que oportunamente también relevó en Córdoba Delfos: al medir la afirmación sobre la que hizo eje la campaña en contra de la legalización, impulsada por la Iglesia y sus militantes laicos (“El derecho a la vida del bebé por nacer debe ser respetado por encima del derecho de la mujer a decidir sobre su propio cuerpo”) se manifestó de acuerdo el 68% de los cordobeses, con apenas un 18% en desacuerdo y un 14% de ns/nc. En cuanto al cruce de las actitudes respecto a la despenalización del aborto por perfil político electoral, al igual que todos los estudios revisados hasta ahora en el blog, el de Gustavo Córdoba y Asociados arroja que la mayoría de quienes votaron por Daniel Scioli en el balotaje de 2015 se inclina a favor del aborto legal, mientras que entre los votantes de Mauricio Macri la adhesión al proyecto de ley ronda el 40%. En síntesis, el issue aborto, al igual que el de la reforma de las FF.AA, polariza actitudes en mitades simétricas (o casi) y al mismo tiempo tiende a abroquelar las posiciones políticamente preexistentes, con matices bien marcados entre los electores del FPV (contrarios a la reforma del rol de las FF.AA. y a favor de despenalizar el aborto) y los de Cambiemos (a la inversa de los anteriores). Al no lograr un “sixtie” ni dividir a los electores adversos, la posibilidad de que el oficialismo capitalice el debate por el aborto es muy limitada, independientemente del resultado que tenga la próxima votación en el Senado.
Concepto acuñado por el filósofo inglés Joseph Glanvill, el clima de opinión nos rodea. Existen ciencias para medirlo, pero también hay lugar para lo inesperado, tal como el aleteo de una mariposa en Pekín puede desatar un huracán en México que contraríe el pronóstico del tiempo. Este blog de tendencias de opinión pública e influencia social pretende aportar elementos al "sensor cuasiestadístico" con que sondeamos el ambiente y ser un foro para intercambiar puntos de vista.
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