La crisis, la persistencia o agudización del malestar socioeconómico y el deterioro de Cambiemos parecen ir perfilando dos escenarios posibles de los 4 planteados oportunamente: se descartarían el rebote en “V” o en forma de tilde (los relativamente más favorables para el oficialismo dentro de los escenarios de crisis) y quedaría la duda de si la crisis asume la forma de una “U” (lenta recuperación, no visible antes del segundo trimestre de 2019) o el de una “L” (una caída de la economía sin recuperación visible a mediano plazo). El escenario en “U” complica las chances del oficialismo en 2019 y le da similares chances a la continuidad de Cambiemos y a una alternancia en el poder por la vía de una eventual reunificación del espacio pan-justicialista bajo un liderazgo no K. En cambio, la de crisis en “L” reinstala la posibilidad de regreso del kirchnerismo en el poder (cisne blanco) o, abriendo el arco hacia un posible cisne negro, podría desembocar en un escenario de abierta crisis del tipo “que se vayan todos”, lo que podría alumbrar el surgimiento de un outsider.
Empero, la dificultad para una eventual reunificación del espacio pan-justicialista bajo un liderazgo no K pasa por la falta de un referente que hoy asome como “prenda de unidad”. El lanzamiento de Miguel Pichetto (un dirigente cuyo perfil parece más apto para una salida institucional como presidente interino en caso de crisis de gobernabilidad de Cambiemos) en rigor sugiere más una advertencia al interior del Peronismo Federal, del tipo “o ponemos un candidato en la cancha, o CFK vuelve a polarizar con Macri”. Si esa porción del espacio pan-justicialista no consolida un candidato expectable (alguien que pudiera contender por ser al menos segunda minoría, y no repetir el tercer lugar de Sergio Massa), el escenario en “U” pasaría de largo para esa posibilidad y se recrearía nuevamente una polarización entre Cambiemos y el kirchnerismo/Unidad Ciudadana. En rigor, eso es lo que hoy están mostrando las encuestas. En una entrada reciente citamos los datos de Raúl Aragón y Asociados, que sondeó un posible resultado de las PASO y también un eventual balottage. En el primero incluye a Macri, Cristina, Vidal, Massa y Urtubey. Allí, la ex presidenta lidera las encuestas con 26,5%, seguida por Vidal con el 19,2% y Macri con el 16,1%. En primera vuelta, si Massa fuera candidato y Macri y Cristina representaran a sus fuerzas, CFK alcanzaría 31,8% y el actual presidente 30,2%, un empate técnico que dejaría fuera de la pelea mayor a cualquier tercero en discordia; Massa registra 21,2% y Nicolás del Caño 6,9%, con otro tanto de indecisos. Un ballotage entre CFK y Macri arroja empate técnico: 40,7% a 40,5%, con 10% de indecisos. En la misma línea, la consultora Federico González y Asociados analizó la situación de seis posibles candidatos a la presidencia: Macri, Vidal, CFK, Massa, Urtubey y Florencio Randazzo. Aquí también CFK es la que alcanza más intención de voto, con 28,7%. La siguen Vidal con 18,9%, Macri con 16,9% y Massa con 15,7%. En resumen, ambas mediciones confirman la vitalidad de CFK como figura opositora y sugieren que marchamos hacia una nueva polarización, en la cual las terceras vías quedarían fuera de la pelea por la presidencia en el turno decisivo.
En el posteo anterior citamos una encuesta de la Universidad de San Andrés (Udesa), según la cual en la compulsa entre un candidato oficialista y uno opositor, el 27% se inclina por Cambiemos y un 33% por el opositor (ver datos arriba; click para agrandar); aunque no puede considerarse que 6 puntos porcentuales sean una diferencia estadísticamente significativa, el estudio anterior de Udesa había detectado 37% para el oficialismo y 25% para un opositor. Es decir, la alternativa oficialista cayó 10 puntos porcentuales entre mediciones, baja que sí es estadísticamente significativa y confirma el repliegue del apoyo a Cambiemos hacia su núcleo duro, perforando el umbral del 30% y a 15 puntos porcentuales del resultado de las elecciones de 2017. Antes de estas tres mediciones (Aragón, González y Udesa), ya Ricardo Rouvier y Asociados había detectado un virtual empate técnico en un hipotético ballotage 2019: 39,2% para Macri y 37,9% para CFK. Con apenas matices, lo mismo había registrado el Observatorio Electoral para una eventual segunda vuelta: Cristina Fernández de Kirchner con 43,8% de intención de voto y 42,8% para el presidente Macri (según un estudio fue realizado entre el 27 y el 29 de junio sobre la base de 1268 casos telefónicos). “En la especulación de Cambiemos, la presencia de Cristina Kirchner era un reaseguro de que Macri ganaba: la idea de que Cristina tenía el famoso techo bajo y que polarizar con ella convenía al Gobierno. Según esta encuesta, ese escenario ya no está disponible. Para Cambiemos, no alcanza con hacer anticristinismo porque puede llegar a perder contra Cristina”, apuntó oportunamente el consultor Julio Burdman.
Estas tendencias preelectorales, no obstante, son sólo las fotos de hoy: lo que es preciso entender es que hay que leerlas en el contexto de malestar dominante. Según Udesa (relevamiento nacional de 1.001 casos en julio, con un margen de error de +/- 3,5%), consultados sobre "la marcha general de las cosas", sólo el 22% por ciento de los electores argentinos está entre "satisfecho" y "muy satisfecho". En noviembre del año pasado, los satisfechos alcanzaban el 53%. Desde el diciembre negro de 2017, la caída fue casi libre. Asimismo, ese malestar permea en la aprobación de gestión, llevándola a un piso de 37% en la serie evolutiva y arrastrando a la baja la imagen de los dirigentes cambiemitas (ver datos arriba; click para agrandar). En conjunto, las tendencias marcan un deterioro franco del oficialismo en las variables políticas, que combinadas con el malestar socioeconómico favorecen el posicionamiento de la principal fuerza y dirigente opositora: Unidad Ciudadana y CFK. Estos datos son claves en el contexto de la embestida judicial de Comodoro Py contra la ex presidenta visible en las últimas semanas.
Concepto acuñado por el filósofo inglés Joseph Glanvill, el clima de opinión nos rodea. Existen ciencias para medirlo, pero también hay lugar para lo inesperado, tal como el aleteo de una mariposa en Pekín puede desatar un huracán en México que contraríe el pronóstico del tiempo. Este blog de tendencias de opinión pública e influencia social pretende aportar elementos al "sensor cuasiestadístico" con que sondeamos el ambiente y ser un foro para intercambiar puntos de vista.
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Yo creo que la opcion de un outsider es imposible, hay dos identidades politica kirchneristas y cambistas muy marcadas. El Peronismo Federal, no entiendo de donde podria sacar a llegar los votos para entrar en ballotage, en una economia estancada o con crecimiento debil (oct 18).
ResponderEliminarQueria consultarte si conoces alguna encuesta: Que mida ballotage entre distintos candidatos de unidad ciudadana y vidal.