miércoles, 19 de septiembre de 2018

Un gobierno que tensa la grieta y se cierra sobre su núcleo duro: 1era vuelta competitiva, 2da cuesta arriba

En el posteo anterior analizábamos las proyecciones de Synopsis de cara a un eventual ballotage en 2019. El escenario relativamente más competitivo para Cambiemos era en un mano a mano con CFK, en el cual Macri podría rondar el 53% contra 47% de la ex presidenta, un resultado que de todos modos quedaría abierto (ya que una brecha de 6 puntosa porcentuales está al límite de ser estadísticamente significativa). Contra los demás precandidatos, las diferencias pasan a favorecer a los contrincantes de Macri, ya que el caudal de CFK, la opositora más neta, se transfiere masivamente a las figuras alternativas a Cambiemos. Esa transferencia es menos lineal cuando CFK sí compite en el ballotage, dado que los demás opositores son menos nítidos que ella, por lo cual parte del caudal de ellos en una instancia previa (PASO o primera vuelta) también va a Cambiemos en segunda. Ese matiz ya había sido detectado antes por varias mediciones; en particular, fue oportunamente expuesto por Sergio Doval, director de Taquion, en su estudio sobre la imagen de distintos gobernadores: “hay algunos gobernadores opositores con buena imagen, como puede ser Urtubey, pero los que mejor lo ven son los que prefieren que el Gobierno continúe. Eso lo puede perjudicar para presentarse como una alternativa. A Schiaretti, que tiene un buen diferencial, le pasa algo parecido"





El estudio de Taquion/Trespuntozero se basó en una muestra de 2.123 casos en todo el país, relevados entre el 30 de julio y el 14 de agosto pasado, con un margen de error de +/- 2,1%. En ese informe, el mejor diferencial es para el gobernador cordobés, Juan Schiaretti: casi 10 puntos porcentuales (9,7 pp, resultantes de una positiva de 44,1%, una negativa de 34,4% y 21,5% de Ns/Nc; Vidal apenas logra 2 pp (+47,9%, -45,9%, 6,2% Ns/Nc). "El hecho de que Vidal haya perforado los 50 puntos es muy significativo. Acaba de caer a la tierra la última estrella del firmamento. Eso habla de la crisis de los políticos y la situación en la que nos encontramos", explicó Doval. Eso relativiza parcialmente el potencial de "plan B" para Cambiemos de la gobernadora bonaerense. A su turno, el gobernador de San Luis, Alberto Rodríguez Saa (hoy aliado de CFK) tiene un diferencial de -0,5 pp (+42,1%, -42,6%, 16,3% Ns/Nc); el jefe de gobierno de CABA, Horacio Rodríguez Larretta, uno de -5 pp (+43%, -48,3%, 8,8% Ns/Nc), y el gobernador de Salta, Juan Manuel Urtubey, uno de -4 (+39,5%, -43,5%, 17% Ns/Nc; ver datos arriba; click para agrandar). Para más datos, Mario Riorda apuntó oportunamente que “hay que aclarar que 2/3 partes de esos gobernadores tienen diferenciales marcadamente positivos en sus provincias. Y que, paradojalmente, la mejor imagen nacional (en referencia a Vidal) tiene diferencial levemente negativo en su propio distrito. La medición nacional distorsiona percepciones”

Considerando el conjunto de las mediciones, la situación plantea una paradoja: si CFK saliera del escenario, la competencia podría destrabarse a favor de la oposición en una segunda vuelta, dado que en ese caso el voto de Unidad Ciudadana, vacante de representación, se volcaría masivamente en contra de la reelección de Mauricio Macri. Sin embargo, mientras CFK siga en el juego, la situación se traba, porque el 1-2 en primera vuelta se da entre Cambiemos y Unidad Ciudadana; en algunos estudios incluso puntea CFK, como en el de M&R (ver datos arriba; click para agrandar), que también le da una mínima ventaja de 4,4 puntos porcentuales sobre Macri de cara a una segunda vuelta (mientras que Synopsis la ubica 5,8 pp detrás). Si ningún referente del espacio pan-justicialista se arrima al 30%, no hay chances de un ballotage entre Macri y una figura que no sea CFK. Para más datos, aun en medio de la cobertura mediática de los cuadernos, la consultora Dicen detectó en AMBA que la intención de voto en primera vuelta de CFK pasó de 35,8% en agosto a 40,6% en septiembre, mientras que la de Macri cedió de 27,6% a 23,7%. Las mediciones de Agora también favorecen a la ex presidenta en el mismo lapso (ver datos abajo; click para agrandar); en síntesis, la vitalidad de su precandidatura a tenor de las encuestas parece incontestable.




Al tiempo que Synopsis detectó que la imagen positiva de la gestión nacional ronda el 27%, un estudio nacional de la consultora Analogías registró que la aprobación está en el mismo orden de magnitud: casi 31%, contra casi 60% de desaprobación (ver datos abajo; click para agrandar). Se trata de una encuesta realizada mediante entrevistas telefónicas (con tecnología IVR), ajustando los resultados de acuerdo a parámetros censales de sexo, edad, nivel educativo y lugar de residencia. La muestra fue de 2.766 casos efectivos y permite mensurar de manera más ajustada lo que Riorda apuntó en su momento: agudizar la grieta puede ser riesgoso para el oficialismo cuando la distribución ya no es 50%-50%, sino más bien 30% (núcleo duro anti-K) y 60%: un germen de consenso negativo anti-M, con el potencial de volcar una segunda vuelta a favor de cualquier candidato opositor a Cambiemos. Si el ministerio de Comodoro Py vetase la participación de CFK en 2019, ese riesgo podría materializarse. Asimismo, ese casi 60% está en el mismo orden de magnitud del 56% que cree que la situación económica será peor dentro de un año, lo cual confirma al malestar socioeconómico como el principal driver constructor de actitudes preelectorales.



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