martes, 25 de enero de 2011

Razones para ser optimista


Luego de dedicar el post anterior a contextualizar una mejoría relativa de los indicadores sociales pero remarcando lo que falta por hacer en materia de inclusión social, en esta oportunidad hacemos un repaso de algunas perspectivas económicas para el nuevo año que dan razones para ser optimistas (ya habrá oportunidad de contrapesar con otro que releve las amenazas del contexto interno y externo).

1) En enero, el Índice de Expectativas del Consumidor (IEC) que elabora la Universidad Nacional de Tres de Febrero (UNTREF) experimentó una significativa mejora del 13,7% en comparación con el mes de diciembre de 2010. En términos interanuales, las expectativas crecieron 36,3%, en tanto que el promedio del año 2010 fue 21,5% mayor que el de 2009. Se observa un comportamiento favorable en los subíndices de Expectativas de Consumo (un crecimiento de 9,4%) y el de Expectativas Económicas (crece 18,5%), siendo este último registro 40,8% mayor que el de un año atrás y 25,4% mayor que el promedio de 2010. En conjunto, los registros de este mes muestran un aumento de los componentes que caracterizan la visión acerca de la situación macroeconómica del país esperada para el mediano plazo y la correspondiente a la situación económica personal para 2011.

El informe remarca que el subíndice de Expectativas en las condiciones Económicas (+ 18,5%) se constituye como el motor que impulsa al alza las expectativas generales, combinado con el incremento de las opiniones sobre las expectativas acerca del mejoramiento de la situación económica personal respecto al año anterior (+24,4%). También crecen las expectativas sobre el crecimiento de los ingresos personales (+18,4%). A nivel general, las perspectivas económicas futuras del país avanzan 14,7%, en tanto las opiniones sobre la situación económica del país respecto a un año atrás mejoran 24,8%. También suben los componentes asociados al consumo: las expectativas de comprar un auto crecen 17,5%, en tanto que la de compra de electrodomésticos lo hace un 5,7%. En cambio, las expectativas de compra de casa caen (-4,4%). En cuanto al alza de los ingresos personales vs. los precios dentro del siguiente año, las expectativas muestran un importante crecimiento de 37,8%, afianzando la tendencia alcista de las expectativas de los consumidores.

2) De acuerdo con la Encuesta de Confianza Pyme que realiza cada seis meses el banco HSBC, la confianza en el crecimiento de los negocios entre las pequeñas y medianas empresas en los mercados emergentes continúa incrementándose, mientras los mercados desarrollados presentan una caída en sus expectativas. El estudio destaca que en Argentina aparecen nuevamente resultados positivos, ya que el índice general de Confianza de nuestro país mejoró por segunda vez desde que se comenzó a hacer la encuesta, subiendo 10 puntos (pasó de 114 a 124 puntos), representando un crecimiento de 9% respecto de la encuesta anterior. Esto arroja un crecimiento mayor al promedio de América Latina, siendo Argentina el tercer país con mayor confianza de la región (después de Brasil y Panamá).

Respecto a las Perspectivas de Crecimiento Económico, el 89% de las pymes argentinas (prácticamente nueve de cada diez) muestran una perspectiva positiva para los próximos 6 meses. En cuanto a Perspectivas de Inversión de Capital, el 91% de las empresas tiene la intención de incrementar o mantener sus inversiones de capital, 39%piensa aumentarlas de manera significativa y el 52% de manera discreta. Asimismo, la Perspectiva de Contratación de personal indica que el 97% de las pymes prevén ampliar o mantener su actual plantilla laboral durante los próximos seis meses.

3) Según Ipobe, 71% argentinos (siete de cada diez) confían en que conservarán su actual empleo, una marca que se ubica por encima del promedio mundial, ya que a nivel global, el 62% promedio de las personas tiene una visión optimista para 2011sobre sus perspectivas de empleo. Los datos surgen del Barómetro Global de Optimismo, un informe de Ibope Inteligência y WIN -una red mundial independiente de investigación de mercados que agrupa a las principales empresas de opinión pública del mundo- que sondeó a más de 64 mil personas en 53 países. "Que sólo el 26% piense que el trabajo va a empeorar indica que las problemáticas pasan por otro lado" destacó Paula Arnaldo, directora general de Ibope Inteligência. Asimismo, seis de cada 10 argentinos creen que 2011 será mejor que 2010, dato que supera la media global que sólo alcanza el 42% de las respuestas. "El 19% estima que será igual y sólo el 17% que será peor. A fines de 2008, la expectativa para 2009 en la Argentina era mucho menor: 30% pensaban que 2009 sería mejor que 2008. Comparando la serie histórica, la proporción actual de optimistas es una de las más altas de la década, sólo superada por 2003, año de la salida de la crisis", señala el informe de Ibope y Win.

De acuerdo al estudio, Holanda es el país más estable a nivel laboral, ya que casi 9 de cada 10 personas en ese país son optimistas a la hora de pensar en su futuro. Luego se encuentran Bélgica, Vietnam, Suecia y Finlandia. Argentina se ubica detrás de Alemania e India -ambos países alcanzaron un nivel del 79% en confianza laboral- y de China, donde los empleados optimistas conforman el 74%. Detrás de nuestro país aparecen Estados Unidos (70%), Brasil (61%) y Reino Unido (55%). Europa oriental y los países que formaban el antiguo bloque de la URSS lideran el ranking de incertidumbre laboral: por caso, entre tres y cuatro de cada 10 ciudadanos de República Checa, Bulgaria y Serbia se sienten inestables a nivel empleo.

Significativamente, los países en vías de desarrollo y de América latina son más positivos y los ricos son más negativos. "En los últimos 10 años nuestra región avanzó en calidad de vida. Algunos países como México y Brasil lo lograron más rápido y otros, como Colombia, más despacio, pero de manera sostenida" remarcó Arnaldo.

Ese último dato clave lo retomaremos en breve en un post específico: el mundo está cambiando, los países emergentes soportaron mejor la crisis global que los desarrollados y muchos analistas advierten un cambio de paradigma global. Antes de eso, sin embargo, planteo una hipótesis: la buena performance que muestra la economía argentina en datos duros que impactan en las expectativas de consumo y laboral de las familias y en las de actividad de segmentos de las empresas explican, en parte, por qué hasta el momento el gobierno nacional sostiene sus niveles de aprobación, más allá de las minicrisis coyunturales que se sucedieron entre diciembre y enero (entre ellas, faltante de billetes, combustibles y provisión de energía) pese a las amenazas (ya no coyunturales, sino más sustantivas) en materias pendientes como inflación y agenda social, por sólo citar las que surgieron como demandas destacadas en la encuesta de CEOP con que abrimos el post anterior.

Asimismo, hay que poner en valor estos datos, ya que tradicionalmente los años electorales en Argentina están asociados a la incertidumbre, por lo cual muchos empresarios han tenido el hábito de comportarse con el leitmotiv "wait and see" (esperar y ver, una variante empresaria del "desensillar hasta que aclare" de Juan Perón, una de sus frases que quedó en la historia). Contra ese hábito, este estudio muestra que las Pymes al menos no temen que la disputa política en torno a la carrera presidencial afecte el primer semestre del año. En este sentido, la interacción entre la confianza laboral, el consumo de las personas y la confianza empresaria es clave para que 2011 sea un año económico positivo sin que se desmadre la inflación: si las familias confían en que su situación laboral será buena, eso realimenta su comportamiento de consumo y dinamiza la actividad de las empresas, que entonces pueden invertir, ampliando la oferta y reduciendo la posibilidad de que se acelere la inflación (adhiero aquí a una explicación no netamente monetarista del fenómeno, que por supuesto plantea la necesidad de que no sólo las pyme inviertan bastante, sino también las grandes empresas, tema también tratado antes en el post "Empresarios, entre el optimismo y la desconfianza").

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