Tenemos entonces 2% de votos de caudal “liberado” de fórmulas que no pasaron el filtro de las primarias de agosto y que quedaron, por lo tanto, “disponibles” (oceáno azul) para que traten de capturar los 6 precandidatos que sí compiten en octubre. Podemos hacer un ensayo de proyección de ese pequeño pero decisivo caudal, a tenor de encuestas que muestran que un 2% puede resolver la elección en primera vuelta o el pase a ballotage.
Veamos ahí a 5 listas: Frente Popular (0,50% de los votos), el Movimiento al Socialismo (MAS), 0,47%, el Movimiento Socialista de los Trabajadores (MST), 0,44%, el Movimiento Solidario Popular (0,38%) y el Movimiento de Acción Vecinal (MAV), 0,17%. Una opción es que estos electores no asistan a votar el 25 de octubre, por haberse quedado “sin candidato” (el que eligieron no pasó el filtro del 1,5%). Otra, que asistan pero voten en blanco; si sucede eso, el efecto de su voto será subir el porcentual de los candidatos votados (dado que los cargos se asignan sobre voto positivo), pero de manera simétrica a los votos que efectivamente recibió cada uno de ellos. La tercera posibilidad es que voten por alguno de los 6 candidatos que compiten el 25 de octubre; aquí es donde entran las hipótesis de proyección.
Tenemos entre esas 5 listas tres que, con un criterio ideológico, podríamos asociar al espacio de la centroizquierda: Frente Popular, MAS y MST. Esas tres listas juntas suman 1,41% de 2 puntos totales, o sea que son la mayor porción. Podríamos trazar la hipótesis de que esos electores volverán a elegir listas de centroizquierda: entonces, podemos dividir una mitad de ellos (0,7) para Margarita Stolbizer (Progresistas) y otra para Nicolás del Caño (FIT). De ser así, Stolbizer llegaría al 4,2% (alcanzó 3,5% en las PASO) y del líder de izquierda al 3,9% (el frente alcanzó 3,2%, sumando los votos de Del Caño a los de Jorge Altamira, a quien derrotó en la “interna abierta” del espacio).
Asignamos 1,41% de esos 2 puntos a fuerzas minoritarias; el resto, en cambio, los distribuiremos entre los tres candidatos más votados, Scioli, Macri y Massa. Son los votos del Movimiento Solidario Popular del Movimiento de Acción Vecinal, que suman 0,55%. Como ya le dimos a dos minorías la parte más sustantiva, recalculamos la base 100 entre los votos de Scioli, Macri y Massa y asignamos ese 0,55% en partes proporcionales: 43% para Scioli, es decir 0,24, 34% para Macri, es decir 0,19%,y 23% para Massa, es decir 0,13. Así, Scioli pasaría de 38,7% de las primarias a 38,9%, Macri del 30,1% del frente Cambiemos en las PASO a 30,3% y Massa del 20,5% del frente UNA a 20,6%. Como vemos, poco cambió proyectando estos dos puntos: Scioli se acerca a 39% pero está por debajo del 40% de umbral necesario para tener chances de ganar en primera vuelta, y su brecha respecto de Macri se mantiene en el orden de los 8,5 puntos, casi igual a la diferencia entre el FPV y Cambiemos en las PASO.
Agotamos la cantera de océano azul y apenas progresamos en certidumbre respecto al panorama que nos dejaron las PASO. Sin embargo, aún existen alternativas para ensayar si la elección se puede destrabar: oceános violetas, es decir, no azules pero tampoco rojos. ¿Cuáles son? Los que provienen del caudal de candidatos que perdieron la interna de su frente en las PASO. Entre ellos, el más sustantivo es el 6,4% de los votos que obtuvo de la Sota, casi la mitad de los cuales los recogió en la provincia de Córdoba. Son votantes de UNA, pero en rigor votaron al gobernador cordobés, por lo que no es seguro que se encolumnen 100% detrás de Massa, el vencedor de la “interna” de ese espacio. De hecho, el promedio de encuestas recientes de intención de voto en esa provincia arroja 39% para Macri, 25% para Scioli y 21% para Massa. Si esas tendencias se confirmaran, entonces Macri crecería 3,7 puntos porcentuales respecto a lo que obtuvo en las primarias en ese distrito (35,3%) y Scioli subiría 10,3 (alcanzó 14,7%), mientras que Massa cedería 17,7 comparado con la sumatoria de votos entre él y De la Sota en agosto pasado en esa provincia (fue 38,7%). Proyectado al total nacional, Macri subiría de 30,1% a 30,4%, Scioli de 38,7% a 39,6% y Massa bajaría de 20,5% a 19%. Las variaciones son estadísticamente no significativas, pero respecto a la asignación previa que ensayamos aquí hay una mayor reducción de la incertidumbre, porque vemos acercarse más nítidamente al FPV al umbral de los 40 puntos que abren la chance de una victoria en primera vuelta.
Concepto acuñado por el filósofo inglés Joseph Glanvill, el clima de opinión nos rodea. Existen ciencias para medirlo, pero también hay lugar para lo inesperado, tal como el aleteo de una mariposa en Pekín puede desatar un huracán en México que contraríe el pronóstico del tiempo. Este blog de tendencias de opinión pública e influencia social pretende aportar elementos al "sensor cuasiestadístico" con que sondeamos el ambiente y ser un foro para intercambiar puntos de vista.
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