viernes, 25 de enero de 2019

De cisnes negros a cisnes grises: los outsiders en las mediciones (2)


Las encuestas que incluyen "outsiders" entre las opciones de precandidatos presidenciales procuran convertir a los "cisnes negros" en "grises", es decir, limitar la posibilidad de sorpresas por la vía de anticipar, de manera aproximada, cuánto medirían si las elecciones fueran hoy. Comparando los escenarios en los que se incluye a Alfredo Olmedo y José Luis Espert con aquellos en los que ellos no participan, se advierte que los primeros perjudican a Mauricio Macri de cara a la primera vuelta, dado que Olmedo y Espert implican "fugas de votos por derecha". Cambiemos podría tolerar esa merma considerando que esos electores volverían a votar a Macri vs CFK en segunda vuelta o, para evitar que la ex presidenta le saque al presidente una ventaja visible en la primera ronda, el oficialismo podría optar por "bolsonarizar" su campaña (hacerla más dura en temas sociales y económicos) para drenar los votos de Olmedo y Espert ya en la instancia de PASO o en la general de octubre.



Sin embargo, con la intención de voto de Martín Lousteau es otro cantar, dado que ese perfil de electores es permeable a un precandidato más moderado y centrista, no compatible con una línea dura. Así, el oficialismo debería ir por ellos recién en segunda ronda y resignarse a cederlos en la PASO o en primera vuelta (del mismo modo que no puede llevar como vice a Patricia Bullrich si lleva a Carolina Stanley, y viceversa; una es una vice para los "bolsonaristas", la otra una vice para los del "ala social"). Cuando se incorpora en los escenarios otro candidato de "centro-moderado" como Roberto Lavagna ese impacto se amplifica: el ex ministro no sólo logra sacarle una ventaja de 7,3 puntos porcentuales a Lousteau sino que reconfigura el mapa de posicionamiento de Alternativa Federal, desplazando con 13,1% a Sergio Massa (6,7%) y Juan Urtubey (2,8%), según la última encuesta de Synopsis (ver datos al inicio del post; click para agrandar). 

Sin embargo, la irrupción de Lavagna no llega a romper la polarización, dado que se mantiene el empate técnico entre Macri (29,1% de intención de voto) y CFK (27,6%, la brecha de 1,5 pp no es estadísticamente significativa). En el mejor de los casos, la sumatoria lineal de Lavagna, Massa y Urtubey llega al 22,5% y queda a 5,1 pp de CFK, pero si no hay un candidato de unidad de Alternativa Federal en primera vuelta que encolumne todo ese caudal detrás suyo y crezca lo suficiente para arrimarse a los 30 puntos (umbral para aspirar a entrar en ballotage), la segunda ronda del 24 de noviembre volvería a ser un mano a mano entre Cambiemos y Unidad Ciudadana/kirchnerismo. Al no arrimarse al piso aproximado de 30% necesario para pasar a disputar el ballotage, el 33,4% de preferencia electoral por una alternativa distinta a Cambiemos y el kirchnerismo (ver datos arriba; click para agrandar) queda en un potencial sin concretarse. 

En ese marco, las posibilidades de Alternativa Federal de entrar al ballotage sólo son palpables en el escenario sin CFK, dado que Lavagna llega entonces a 15,6%, supera por 5,7 pp al mejor K alternativo a Cristina (Agustín Rossi, casi 10%) y la sumatoria de AF trepa al 26,6%, aventajando así por casi 8 pp del kirchnerismo y aliados (ver datos arriba; click para agrandar). Es decir, sin la ex presidenta se dispersa el caudal electoral de la principal fuerza opositora, lo que por ahora es lo único que parece darle chances al peronismo no K de sumarse a la pelea definitiva en segunda vuelta. 




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